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La red de los sin vida 

 

 

 

Marc Lelent era lo que se llama, en la jerga de los frikis, un “no life”, o S.V.P., un “sin vida propia”. Tenía 40 años e internet había llegado tarde en su vida, pero había recuperado con creces su retraso. Su existencia se resumía en una pantalla encendida día y noche, con una docena de ventanas abiertas para controlar sus perfiles de Facebook, Tinder, Twitter e Instagram al mismo tiempo, un montón de cajas de pizzas vacías esparcidas por el suelo de su salón, ceniceros llenos alrededor de su teclado, y rituales que marcaban su día a día: su selfie de la mañana, su selfie de la tarde, su selfie de la noche, la actualización de su blog al mediodía y la de su canal de youtube justo después. Su novia se había marchado por culpa de esta ciberadicción, pero a él no le importaba en absoluto pues tenía perfiles en Badoo, en Meetic y en aquitepilloaquitemato.com, que le permitían conectar IRL con “SVPs” del sexo opuesto, de vez en cuando. También había perdido su trabajo por culpa de su uso intempestivo de Internet, pero este hecho, lejos de provocarle remordimiento, le permitió hundirse más aún en su vicio, en realidad estaba encantado con su despido, pues ahora ya no tenía que salir más de casa y podía navegar por internet de la mañana hasta la noche sin interrupción. Calculó que gracias a la compensación por su despido, tendría bastante para sobrevivir durante al menos un año a base de pasta con tomate frito y de pizzas congeladas, incluso le sobraba para pagarse una conexión ADSL digna de este nombre. En efecto, cuando él abría más de diez ventanas a la vez, su equipo tendía a disminuir su velocidad y sus vídeos tardaban casi 10 segundos en cargarse, lo que le exasperaba hasta lo más sumo grado.

Así que buscó en la red la mejor oferta posible y de pronto encontró el sitio web de una empresa llamada "Lucy.fr" que se jactaba de poseer el servidor más rápido del mercado. "Con Lucy.fr, se adelantará a su tiempo", decía la publicidad en la página principal. Marc empezó a leer atentamente las condiciones de venta, cuando de repente sonó su móvil.

 

"Buenos días Sr. Lelent. Felicidades y gracias por su contrato con Lucy.fr. ¿Cuando quiere que nos pasemos por su casa para instalar su turbo-conector?

 

- Pero... ¿Cómo es esto posible, no he pinchado aún en "aceptar el contrato" y ya me están llamando? preguntó Marc, bastante sorprendido.

 

- Disculpe, pero si observa atentamente su pantalla, notará que usted ya ha aceptado nuestra oferta hace un momento.

 

Marc echó un vistazo a su ordenador, que ponía "validación en curso", pero no lograba recordar haber pulsado ningún botón en su teclado ni ratón.

 

"No se preocupe, siempre podrá cancelar su contrato si no está satisfecho. Sólo tiene que pagar por su tiempo de conexión en Lucy.fr, nada más.

- Ah, bueno… Por cierto, creo que no he entendido bien cómo funciona la tarifa. ¿Cuánto me va a costar al mes, exactamente?

 

- Exactamente lo mismo que lo que está pagando actualmente, ni un céntimo más. Y si decide cancelar su contrato con nosotros, pagará sobre la base de la tarifa del servidor que usted elija después. Entonces ¿qué me dice? Nuestros instaladores pueden ira ahora a su casa, si lo desea.

- Ejem... Bueno, sí, por qué no, de ac... Espere, por favor, están tocando al timbre "

 

Marc fue a abrir la puerta, con el móvil aún en la mano. Era el técnico Lucy.fr, un hombre de unos treinta años, con bigote puntiagudo de hipster, perilla y una gorra, que entró directamente en el apartamento sin ni siquiera saludar. En cuestión de minutos, instaló una especie de antena en forma de prisma pentagrámico en el balcón, dispuso una pequeña caja negra en la parte superior del ordenador que conectó con cables de varios colores y luego, se giró hacia su cliente y le explicó brevemente el funcionamiento del servidor:

"Bien. Ahora todos sus dispositivos están conectados a su nuevo servidor turbo mega-RAM. El televisor, el teléfono, y por supuesto el ordenador. En principio, todas las conexiones se efectuarán a muy alta velocidad, pero si a usted le parece que todavía son demasiado lentas, puede pulsar el botón "high speed" para obtener un ritmo aún mayor. Y si realmente no está satisfecho, puede cancelar su contrato cuando quiera. ¿Tiene preguntas? "

Marc, sorprendido, no encontró nada que decir en ese momento.

-Tanto mejor, zanjó el técnico, porque un nuevo cliente nos va a llamar en breve y yo no quiero llegar tarde. De todos modos, usted tiene un número apuntado aquí en el contrato, si tiene alguna pregunta, el estándar está abierto 25 horas al día, los 8 días de la semana, 366 días al año, y le contestamos de forma inmediata. Bueno. Firme aquí, aquí, y aquí. Bien, gracias y adiós. "

Y se marchó sin demorarse más.

Marc, una vez solo, decidió no esperar para probar su nueva conexión. Apenas tuvo tiempo para sentarse detrás de la pantalla y la página de Google se desplegó solita. Luego Marc tocó la letra "F" e inmediatamente apareció su perfil de Facebook. Desde luego, ¡la conexión era increíblemente rápida! Un video arrancó de repente en su canal de Youtube. Era la canción favorita de Marc, la que él pensaba poner. Empezó a tararearla, encantado, aunque algo sorprendido por no haber pinchado en el reproductor para ponerla en marcha.

Justo después, el equipo abrió una nueva ventana, la de su perfil Badoo, y comenzó a escribir un mensaje a juanaloquita25, su follaamiga I.R.L. "Hola, ¿q tal? ¿Q haces mañana? emoticono sonrisa, emoticono corazón, emoticono copa de champán"

 

Marc se sorprendió al darse cuenta que su equipo estaba escribiendo solo. Se preguntó si se trataba de un virus, pero cambió de opinión inmediatamente: la frase enviada a juanaloquita25 era exactamente la que él estaba a punto de escribir, incluso había puesto los dedos en el teclado para iniciar el diálogo. Por lo tanto, no podía ser un virus o alguien controlando su ordenador desde fuera; era como si el equipo fuera capaz de adivinar sus pensamientos y cumplía con sus deseos antes de que él tuviera tiempo de formularlos. Quiso buscar la página de Lucy.fr para resolver este misterio, pero en este preciso instante julialaloca95 respondió

"Vale para mañana. En tu casa ? A q hora ? Emoticono corazón, emoticono trozo de pizza, emoticono guiño." El equipo escribió para Marc: "A las 11? Emoticono diablillo que tira la lengua". Un breve diálogo empezó. Marc no pulsaba ninguna tecla, los mensajes aparecían de forma automática y transcribían exactamente su pensamiento. Por desgracia, después de diez minutos de charla, juanaloquita25 mandó tres emoticonos con nubes negras que lanzaban rayos, junto con el mensaje: "T has vuelto hacker o qué? ¿Cómo t puedes reír de mis chistes antes de q te los envíe?" Y ella desconectó.

 

Marc se quedó desconcertado, pero no tuvo tiempo para pensar más, su móvil empezó a sonar. Cogió su teléfono, y reconoció la voz de la operadora de antes:

"Hola Sr. Lelent. Aquí los Servicios Técnicos de Lucy.fr. ¿Cuáles son las razones de su llamada?

 

- ¡Pero si yo no he llamado a nadie! Respondió Marc, sin ocultar su irritación.

 

- Tiene razón, aún no ha llamado, pero seguramente lo iba a hacer. ¿Tiene un problema con la conexión? ¿Es demasiado lenta?

 

- No, para nada... Al contrario...

 

- ¿Al contrario? ¿Entonces es demasiado rápida?

 

- Ejem.. Sí, bueno, no, no sé lo qué pasa. Un virus, tal vez... El equipo se enciende solo, sin que yo pida nada.

 

- Ya, lo entiendo... pero no es un virus, se lo aseguro. Todos nuestros clientes están un poco confundidos al principio, es normal, no están acostumbrados a las conexiones tan rápidas. Lucy.fr hace ahorrar exactamente 13 segundos en comparación con sus competidores directos en el mercado del ADSL. Es una auténtica revolución, pero, por supuesto, como para cualquier revolución, esto requiere un período de adaptación.

 

- ¿13 segundos? No entiendo... Las conexiones de banda ancha son casi instantáneas. ¿Cómo ganáis 13 segundos en comparación con otros servidores?

 

- Bueno, estimado cliente, nuestro lema lo dice claramente: "con Lucy.fr, se adelantará a su tiempo." Su ADSL anticipa 13 segundos en todas las conexiones, todos los mensajes, todas las manipulaciones a través de Internet, así de sencillo.

 

- Pero... ¿Me está tomando el pelo? ¿De verdad me está diciendo que yo puedo recibir y enviar mensajes antes de que se escriban? ¿Me toma por tonto o qué?

 

- Escuche señor, entiendo su asombro, pero le garantizo que esto no es una broma. Con Lucy.fr, el tiempo virtual se adelanta al tiempo real en 13 segundos, gracias a una tecnología punta que multiplica por diez mil la velocidad de la luz y que le permite ver y escuchar lo que todavía no existe. Sin embargo, si usted no está satisfecho, puede cancelar su contrato en cualquier momento. Sr. Lelent, ¿quiere usted renunciar a su instalación?

 

- Pfff... No sé ... Aún tengo que pensármelo. Os volveré a llamar", contestó Marc, pasmado, antes de colgar.

 

Permaneció atónito en su sillón durante varios minutos. Pensó en visitar la página web de Lucy.fr para leerse el informe técnico, pero finalmente, dándose cuenta de que la página web no se visualizaba en la pantalla, dedujo que en realidad no tenía ningún deseo de adentrarse ahora en una lectura tan complicada. De repente, su televisor se encendió para transmitir un partido de fútbol ​​entre Francia y Alemania y Marc optó por tumbarse en su sofá durante hora y media. Mientras estaba mirando el primer tiempo del partido, volvió a reflexionar sobre su experiencia virtual de hacía un rato y se convenció de que una conexión a Internet "adelantada" a su tiempo desafiaba todas las leyes de la física, e incluso las de la relatividad y de la astroquímica molecular, esto era absolutamente imposible. Seguramente, había un bug en el nuevo servidor y la empresa se negaba a reconocer sus errores inventándose una explicación absurda. Tras el partido, él llamaría para cancelar su contrato, ya estaba decidido, y se zanjaría el asunto.

En este preciso instante, el equipo de Francia marcó un gol, y Marc gritó de alegría, solito en su salón. Pero para su gran sorpresa, mientras que la televisión estaba transmitiendo la repetición de la acción, oyó unos gritos fuera de su casa: los vecinos estaban celebrando el gol, en diferido, un puñado de segundos más tarde. Sin embargo, se trataba de una emisión en directo. ¿Y si la operadora estuviera en lo cierto, y si Marc fuera capaz de ver y oír cosas 13 segundos antes que nadie? Diez minutos más tarde, tuvo la respuesta definitiva a todas estas preguntas. El árbitro pitó un penalti a favor de Francia. Inmediatamente después del gol, Marc se quedó escrutando las agujas de su reloj y empezó a contar: "9, 10, 11, 12..." Y después de exactamente 13 segundos, empezaron los alaridos de los vecinos.

Concentró su mente para tratar de analizar lo más fríamente posible la situación. Carecía de superlativos para describirla: increíble, extraordinario, megaasombroso, hiperdantesco, superextrafantástico... Esos 13 segundos lo cambiaban todo, absolutamente todo, la ciencia, las matemáticas, la geopolítica, la humanidad, el universo mismo... Gracias a esta innovación tecnológica, ahora se podía ver e interactuar antes de que existieran los hechos en la realidad. Por ejemplo, una cámara podía filmar un accidente 13 segundos antes de que ocurriera. Pero en este caso, si gracias a esta información, se conseguía evitar el accidente en cuestión, el futuro de repente se convertía en condicional, el porvenir tomaba otros caminos, diferentes de los registrados anteriormente... Marc pensó entonces en todas las películas que conocía sobre el tema, "Regreso al futuro”, "Terminator", "Minority Report", “Matrix”... Ahora mismo se encontraba con las mismas paradojas espacio-temporales planteadas en todos estos escenarios dementes de la ciencia ficción. Y las mismas preguntas metafísicas se repetían: ¿El destino existía? ¿El futuro realmente nos pertenece o es que todo ya está escrito, diseñado de antemano, ineluctable? De repente su webcam se encendió solita, justo cuando él empezaba a construir mentalmente una experiencia para zanjar el asunto.

La cámara estaba emitiendo su propio reflejo, pero por supuesto, la imagen se adelantaba en 13 segundos. Marc Intentó hacer otros gestos, diametralmente diferentes a los que veía en su pantalla, pero no lo logró, se sentía como movido por una fuerza imparable que le obligaba a repetir todos los gestos y mímicas que su doble virtual había efectuado antes que él. De repente la cámara se apagó, en el mismo momento en que él empezaba a plantearse dejar esta experiencia exasperante.

 

Echó un vistazo a su móvil: no había ninguna llamada de Lucy.fr, lo que significaba que él no tenía ninguna gana de acabar con su contrato, al menos no en los siguientes 13 segundos. Quería reflexionar un poco más. Conocer el futuro era ciertamente un poder inmenso, por ejemplo permitiría conocer de antemano los números de la lotería y convertirse en millonario, o, en un registro más ético, permitiría prever todas las grandes catástrofes, los ataques terroristas, los tsunamis, e informar a las autoridades competentes antes de que sea demasiado tarde... Lo que le convertiría en un auténtico héroe, el salvador de la humanidad además de ser millonario multiganador de la lotería... Pero por desgracia, 13 segundos era demasiado poco tiempo para reaccionar y sacar partido de esta información fabulosa, pensó después, en presa a una gran decepción... Entonces recordó que existía un botón “high speed” en su turboconector que supuestamente le ofrecía una velocidad de conexión aún mayor. Observó la caja negra, encima de su módem y se dio cuenta de que dicho botón ya estaba pulsado y que el ordenador ya había abierto media docena de páginas de apuestas online. El reloj, en la parte inferior derecha de la pantalla, indicaba ahora una diferencia de tiempo de 10 horas. Era como si, de repente, hubiese viajado a Australia, con el mismo huso horario que Oceanía, pero él no se había movido de su sillón: gracias a su turboconector, tenía un mediodía entero de ventaja sobre el tiempo real.

 

Hacia las once de la noche, la web de su banco apareció en su pantalla y Marc se dio cuenta que había ganado cerca de 500.000 euros a través de una apuesta online. Alrededor de la medianoche, un nuevo millón de euros aparecía en su cuenta así como una factura para un viaje a Honolulu. Sobreexcitado, siguió observando durante toda la noche cómo su vida cambiaba, al filo de las alertas de su ordenador. Las páginas web desfilaban mostrando una tras otra todas sus nuevas adquisiciones, ropa de lujo, Ferrari, tele plasma HD 65 pulgadas, jacuzzi, pulseras de oro y relojes suizos...

 

Marc, exultante, pasó la noche en velo. A cada nueva ganancia en sus apuestas online, daba un sobresalto en su sillón mientras su corazón galopaba en su pecho.

 

Por la mañana, recibió una docena de alertas que venían de su Facebook, y su perfil apareció de pronto en su pantalla. Marc descubrió con horror que su avatar había cambiado, en lugar de su foto habitual, ahora había un lazo negro, y un nuevo estado:

 

"Hola, soy Juana, una amiga de Marc. Lamento anunciaros su fallecimiento, esta mañana, de un paro cardiaco. "

 

Todos sus amigos virtuales likeaban uno tras otro y publicaban mensajes con emoticonos llorando, a modo de condolencia. Marc inmediatamente se dio cuenta que no era una broma, pues en efecto su corazón casi se había parado al descubrir el anuncio de su propia muerte en Facebook. Sin duda esto era un presagio de su muerte anunciada, dentro de diez horas. Quiso llamar el SAMUR, pero pronto abandonó la idea: era absolutamente inútil, ya que si llamaba ahora, la ambulancia llegaría 10 horas más pronto, el día anterior, al final de la tarde, cuando aún estaba en perfecto estado de salud.

 

Se preguntó qué hacer para evitar el drama por venir. La mejor solución, por supuesto, hubiera sido salir a la calle para pedir ayuda, pero él era un S.V.P., y no pensó por un momento irse fuera de casa para enfrentarse a la vida real, así que optó por presionar el botón de "alta velocidad" de su turbo-conector, para volver a un adelanto de tan sólo 13 segundos, lo que le permitía volver a conectarse con el casi-presente y llamar a una ambulancia. Pero el botón rojo no funcionó. Decidió entonces llamar a Lucy.fr para finiquitar su contrato. Justo antes de teclear el número, oyó la voz de la operadora:

 

"Hola, Sr. Lelent. ¿Qué puedo hacer por usted?

 

- Rápido, quiero cancelar mi contrato, es una cuestión de vida o muerte, ¿me oye?

 

- Sí, tranquilícese, por favor. Vamos a ver... Un momento, tengo que consultar su informe. Sr. Lelent, Sr. Lelent... Ah, ¡aquí está! Su contrato acaba de expirar, señor, hace exactamente 10 minutos.

- ¿Sí, de verdad?, exclamó Marcos, extremadamente feliz. ¡Entonces puedo llamar a una ambulancia en tiempo real! ¡Oh, gracias, Señora, gracias!

 

- Lo siento, pero ahora mismo no puede llamar a nadie. Está desconectado, ¿entiende? Primero usted debe seleccionar un nuevo servidor, y luego, por supuesto, pagar su deuda a Lucy.fr.

Al escuchar estas palabras, Marc se quedó atónito.

 

- Señora, discúlpeme, tal vez sea una pregunta tonta, pero… ¿Por qué no ha dicho "punto fr" esta vez?

 

- ¿Perdón? No entiendo su pregunta.

 

- Quiero decir ... -La voz de Marc se volvió repentinamente temblante- Cada vez que cita el nombre de su empresa, dice "Lucy PUNTO fr", pero acaba usted de obviar el  "punto", así que me ha sonado a “tiene que pagar su deuda a Lucifer”... es ... Bueno, es decir, se trata de un error de su parte, ¿verdad?

 

- No, no hay ningún error, he dicho Lucifer, en efecto. Es usted muy perspicacidad, Sr. Lelent.

 

- Pero, pero... Así que eso significa .... Estoy muerto, ¿verdad?

 

- Sí y no, el Sr. Lelent. Digamos que usted es un "sin vida" como antes, pero ahora usted es un sin vida fuera de cobertura en el mundo IRL. Hace un momento, al consultar su perfil de Facebook, sufrió un ataque cardiaco. Funeste. Y ahora debe pagar por el contrato que firmó con Lucy.fr. Usted tiene la posibilidad de elegir entre dos nuevos servidores: existe tiene "En.fr" y "espectrum". "En.fr" es la opción preferida para los trolls, los piratas y los hackers. Pero entre nosotros, yo le recomendaría un contrato "espectrum": si consigue captar a 666 nuevos clientes para Lucifer estará libre de todo compromiso con nuestra empresa. Entonces, ¿qué servidor quiere, Sr. Lelent? ¿Sr. Lelent? Oiga, si no me contesta, a mi me da igual, yo le pongo  automáticamente un servidor "limbo", el más lento de todos y con filtro parental estricto.

 

- ¡No! ¡No! Por favor! Quiero un "espectrum", deme un "espectrum", exclamó Marc

 

Inmediatamente después de la llamada, tocaron al timbre. Era el mismo técnico que había instalado el servidor el día anterior, con el mismo bigote puntiagudo y la misma perilla de hipster, pero esta vez, se había quitado la gorra y Marc pudo contemplar su formidable par de cuernos en la parte superior de su frente.

 

Una vez marchado el técnico, Marc quiso probar su nuevo servidor "espectrum". Pronto se dio cuenta de que no podía enviar ningún mensaje ni comentar nada en las redes sociales. Por contra, todavía podía observar las acciones de los demás S.V.P. por Internet. Vio entonces como sus contactos, día a día, abandonaban sus blogs y publicaciones antiguas, prefiriendo compartir videos de gatitos, chistes y listas de cosas absurdas, que publicaban en todas partes, incluso en su propio perfil. También vio cómo juanaloquita25 empezaba a chatear en Badoo, menos de una semana después de su muerte. Entonces pensó, diez días después de su fallecimiento, que ya era el momento de ponerse a trabajar: él todavía tenía miles de amigos en Facebook, seguro que ahí podía encontrar a 666 S.V.P. dispuestos a cambiar sus viejos servidores por un turboconector de megaram adelantado a su tiempo.

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